sábado, 14 de octubre de 2023

NOVATA 109

¡AÚN QUEDA TIEMPO! 

Sentir el palpitar de las emociones, mientras el alzhéimer avanza inexorablemente...

El 21 de septiembre hemos celebrado el ochenta cumpleaños de Felix, con la familia reunida a la mesa que preside el abuelito.

Ha disfrutado de todos, y aunque olvide sus nombres ni distinga el parentesco, cuando no están en casa, nota su ausencia y me lo hace saber como mejor puede. Cada día me reafirmo en la importancia que tiene la vida social del enfermo de alzhéimer en cualquiera de las fases.

En su caso (fase grave) trato de mantener un comportamiento abierto a las sorpresas decidida a hacerles frente con el objetivo de seguir activos, juntos.

Las dudas forman parte de la vida

El mero hecho de decidir requiere del ejercicio de valentía en soledad. No se pueden recuperar las habilidades perdidas, pero el cuidador mantiene la opción de aprender a vivir experiencias impensables.

En mayo de este año, no veía factible un veraneo fuera de casa; sin embargo, finalmente lo hemos hecho. Y quiero compartir ahora algunas de esas casualidades que nos han facilitado el entrañable recorrido por distintos pueblos y ciudades españoles.

También deseo expresar uno de esos momentos que me han entristecido vivamente.

Casualidades

El veintiseis de mayo, en la presentación del libro ¡No me dejes solo! conocimos a un matrimonio (ambos farmacéuticos) que hacía poco le habían diagnosticado a él una lesión frontotemporal.

Compartimos los números de teléfono por medio de una amiga común, y comenzamos a comunicarnos las experiencias que cada una vive atendiendo a nuestros maridos enfermos.

Fue ella quien me facilitó la compra de una travesera empapable, impermeable y lavable desconocida para mí, y que ha sido el artilugio imprescindible para pernoctar tranquilos en los hoteles.

En junio visitamos a mi hermano y mi cuñada que viven en Santiago de la Ribera (Murcia). Como siempre, lo pasamos genial con ellos. Estábamos en familia, y eso es muy importante para mí. Soy consciente de que si algo me pasa, Félix ha de ser atendido desde el minuto uno por alguien cercano en tiempo real, hasta que llegue alguna de nuestras hijas.

Ha llegado el momento de viajar acompañados

Esa ha sido la premisa que he tenido en cuenta al preparar el itinerario del verano (2023).

En lulio pasamos tres semanas con la famlia mallorquina. Nos hospedamos en el hotel acostumbrado muy cerca de la casa familiar. Han actualizado la decoración, pero las habitaciones mantienen las medidas y nos asignan la misma todos lo años; de modo que Félix tiene la oportunidad de ubicarse a su manera con cierta facilidad.

Lo pasamos muy bien con nuestra nieta pequeña su mami y su papi.

No tenía pensado qué hacer en el mes de agosto, pero hablé con nuestras hijas y dos de ellas podían acompañarnos en el viaje al norte de España, como acostumbramos hacer para evitar el calor.

Visitamos varias ciudades y pueblos de Castilla León, País Vasco, Cantabria y Galicia. Felix mantuvo un comportamiento de adaptación a los cambios que puede parecer increible en su estado.

Nos dió un pequeño susto un día: al bajar unos escalones se quedó inmóbil; no se precipitó hacia delante porque lo sujetamos entre los tres que íbamos pendientes de él. En ese momento he tomado conciencia de que ya no puede subir ni bajar escaleras.

La añoranza de unos paseos imposibles

Cuando paseamos por las calles y observo a los matrimonios de nuestra edad que caminan del brazo contándose sus cuitas..., los ojos se empañan.

Cada día intento desprenderme de aquello que ya no podemos hacer juntos.

El dolor que siento en mi corazón me llega a la garganta.

El cerebro trata de procesarlo, pero los minutos de angustia los vivo en soledad.

Luego viene la razón a decidir que "hay que apreciar lo bueno que el día depara".

¡Aún queda tiempo!

Tiempo para arroparle en su despedida de las habilidades que el alzhéimer trunca.
Tiempo para experimentar con él las emociones que comparte como puede.
Tiempo para contarle lo mejor que uno recuerda de su historia y que él ya no puede evocar.

...Aún queda tiempo... ¡SIGUE AQUÍ!

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