martes, 13 de diciembre de 2022

NOVATA 105

 D. JOSÉ MARÍA GINART FERNÁNDEZ

DIOS LO TENGA EN SU GLORIA

Ecónomo diocesano durante diecinueve años.

Ayer, doce de diciembre, ha sido llamado a la Casa del Padre, nuestro querido "Pepe" que ha sido párroco de Nuestra Señora del Milagro y, también, de  San Maximiliano María Kolbe.

Recuerdo su acogida a los feligreses de Benimaclet y a quienes cruzaban la Avda. Primado Reig para asistir a la Santa Misa que celebraba con discreción amorosa.

Abierto a las necesidades horarias que en los años ochenta del pasado siglo se hacían patente en una zona de jóvenes recién casados con hijos pequeños.

Con enorme cariño recuerdo cómo, en aquel diminuto bajo donde la Virgen del Milagro nos convocaba a orar, "Pepe" supo, primero, distribuir el espacio donde acoger a los padres con hijos pequeños en un altillo que se procuró hábilmente.

También para reunir a los matrimonios y a la Junta Directiva para la celebración de Nuestra Señora del Milagro, que se determinó que fuera en primer domingo de marzo. Se llegaron a preparar paellas enormes para todo aquel que quisiera llenase ese día sus cacerolas. En otro momento se pasaron a las calderetas, con el mismo propósito. También el sábado anterior se celebraba la "Chocolatá" infantil.

Recuerdo cómo se las ingenió para ampliar la sede anexionando el bajo que dejara libre un zapatero remendón de la zona que se jubiló. Ahí, en esa zona ampliada, nos reuníamos a envolver los roscos que se entregaban en la Misa de celebración el día señalado, acudían las falleras y la corte de honor de ese año. Venían también la cofradía de Cocentaina, origen de la veneración a la Virgen del Milagro,

Todo en nuestro párroco era convocar a los vecinos entorno a la Mesa del Señor.

Las reuniones de matrimonios, con las cenas puntuales de Navidad y fin de curso, eran celebraciones gozosas en las que podíamos conversar y recibir las siempre sopesadas palabras de "Pepe" que centraban las opiniones en las Enseñanzas de Jesús.

Solo tengo palabras de agradecimiento para él, por haberme mostrado a llevar la Cruz con la esperanza en la Vida Eterna.

1 comentario:

Fernando Fragío Rodríguez dijo...

Descanse en paz, recuerdo su imperecedera y acogedora sonrisa.