lunes, 4 de octubre de 2021

NOVATA 92

EL PAPA FRANCISCO

¿Teología de la liberación?

En 1980, mientras mis hijas estaban en la escuela y yo trasteaba por la casa, escuchaba "La Misa Campesina" el disco que Felix me había regalado porque sabía de mis inquietudes sociales (en el enlace se puede escuchar el canto de la despedida "demos gracias a Dios").

Recordando al santo de los pobres (Francisco de Asís) tras haber escuchado el pasado sábado a los ponentes del evento internacional "Economía De Francisco. El Reto De Economía Responsable" me he puesto a tararear mentalmente los sonidos ligados a la teología de la liberación, de aquella etapa juvenil comprometida, que intento mantener de adulta.

He buscado el disco y lo he encontrado rápidamente por el lomo, de colores vivos que mi mente evoca con facilidad.
Imagen y sonido, dos componentes de la memoria que avivan los recuerdos.

Mi adolescencia y juventud estuvo regada por el Vaticano ii.

Juan xxiii, y Pablo vi fueron loa papas de aquellos tiempos.

Recuerdo los guateques que organizaba los domingos el párroco de una iglesia cercana a mi casa, a los que acudíamos algunos jóvenes de vez en cuando; estoy hablando de finales de los años sesenta.

¿Qué esperábamos los jóvenes de aquel tiempo?

Seguramente, muchos de nosotros pensábamos que el Concilio se iba a desarrollar a la muerte del papa Pablo vi. Pero no fue así.

Con la muerte repentina del papa Juan Pablo i, y la llegada del papa polaco, Juan Pablo ii, en el entramado Vaticano se optó por dejar en suspenso el Concilio, y poco a poco nuestras esperanzas se vieron encorsetadas.

Una de las decisiones peculiares del papa polaco, fue la de conceder la Prelatura Personal al Opus Dei. Muy controvertida socialmente era y lo sigue siendo la 'Obra' de José María Escrivá de Balaguer. 

De alguna forma, esa concesión, nos daba a entender a los esperanzados del Vaticano ii, que el clero iba a seguir lastrado en los años noventa por un tiempo ya superado.

Cuando el cardenal Ratzinger fue elegido papa, aquellos jóvenes de los setenta empezábamos a cuidar de nuestros nietos.

Pensé entonces: nunca es tarde, si la dicha es buena. Pero, otra vez el bullir del Vaticano nos dejó inmersos en las dudas que plantea el tener dos papas, y solo uno.

La elección de Bergoglio se produjo cuando mi marido comenzaba a manifestar los síntomas del Alzheimer. Desde luego, era-es Ignaciano y ello hacia prever un cambio sustancial. También aderezado por su ascendencia argentina.

Para entender el planteamiento, comparto la siguiente información que se puede leer en la Web:

La teología de la liberación encuentra sus raíces en movimientos, prácticas pastorales y pensamientos teológicos provenientes tanto de vertientes protestantes como de vertientes católicas, desarrolladas en la primera mitad del siglo xx. Desde la vertiente católica, encuentra inspiración en prácticas pastorales y textos teológicos aparecidos en Francia desde la década de 1930, que constituyen los movimientos conocidos como Nueva Teología y de los "sacerdotes obreros". Posteriormente, la teología de la liberación, encuentra sus raíces en Argentina (1955) muy relacionado con la reacción de los sacerdotes y creyentes católicos peronistas o vinculados a los sectores más populares..

En el transcurrir de los años de papado, el discurso mediático de Francisco ha sido cuanto menos controvertido dentro y fuera del clero.

La prensa denominada de izquierdas se congratula con sus intervenciones dejando claro que se ha alejado del Opus Dei, como se puede leer en un artículo del 16 de septiembre de 2013, en el diario El País.

Digamos que, la teología de la liberación respira con Francisco.

En ese intento de comprender a Francisco, me encuentro con la Conferencia de Juan Carlos Scanonne, en la Universidad Pontificia Comillas, sobre la Teología del Pueblo.

Jorge Bergoglio nunca ha sido un teólogo, y por lo tanto no es un teólogo de la liberación. El papa Francisco es un pastor que teologiza, y está claramente influido por la teología del pueblo, que es una de las corrientes de la teología de la liberación.

No llego a comprender la visión de Francisco, y no la comparto. Tal vez porque me siento #CatólicaEuropeaEspañola. Y, tal vez, él mire al viejo Continente con ojos vidriosos en retrospectiva.

No me reconfortan sus palabras. Es posible que el momento de esa teología del pueblo llegue lastrada por unos movimientos ecologistas medioambientales peligrosamente unidos a planteamientos lucrativos que no dudan en utilizar al pueblo llano con sus mensajes catastrofistas, de los que no participo desde una perspectiva crítica.

En Europa, en España vivimos intensamente el trasiego de culturas que fluyen y conviven generando sinergias, no exentos de problemáticas diversas.

Podemos mirar y ver un #FuturoPlausible o decantarnos por un #FuturoRevisionista.

La Ciencia nos aporta posibilidades que no hay que obviar. La educación es la base de una sociedad justa y próspera. Las investigaciones en Genética nos ayudan a comprender la relevancia de la epigenética, a la hora de comprender la conducta del menor.

Echo en falta, en esos encuentros filosóficos-económicos, un aporte científico que ayude a comprender, que complete la información para lograr el propósito de motivar el cambio.


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No se cambia con eslóganes oportunistas ni con remedios de antaño; necesitamos conocer, primero, para actuar en consecuencia.

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