sábado, 26 de diciembre de 2020

NOVATA 66

 RENOVARSE, O MORIR

Algo parecido hace el virus que ahora nos ataca: muta en el intento de encontrar un huésped donde proliferar.

En todo caso, somos nosotros (cada persona) quienes hemos de realizar los cambios pertinentes para frenar la escalada del virus, puesto que, por mucho que mute, sin huéspedes se extingue.

Resulta curioso observar que la flexibilidad sigue siendo la cenicienta en el comportamiento humano; a pesar de que son muchos los ejemplos de la Historia que nos recuerdan los éxitos que se atribuyen a este comportamientos social.

Los cambios son fruto de mentes abiertas y seguras. La seguridad deviene, entre otros, de la flexibilidad, y se da en la persona se percibe como el junco que se recupera tras una tormenta.

Los miedos y las rutinas atenazan y quiebran la voluntad de cambio, a cualquier edad. En estos momentos los cambios que se veían venir están aquí, y muchos de ellos para quedarse.

¿Qué hacer en aquellas poblaciones, del llamado primer mundo, acomodados en sus rutinas e instalados en el temor al cambio?

En estas fiestas Navideñas estamos comprobando lo mucho que nos cuesta renovarnos. Hay que salir de compras y celebrar reuniones al estilo de antes, con el contratiempo de las mascarillas, la higiene de manos y las distancias de seguridad. La rutina se impone, y se camufla el miedo con esa idea (falaz) de control tantas veces imprudente.

Estaba repasando lo escrito años atrás en mi blog WebQuest de Resiliencia, y he encontrado una entrada del 6 de diciembre de 2014, que recupero hoy con ese estilo de esperanza que caracteriza mi forma de ser, en mayor medida en situaciones desfavorables. En aquel momento lo titulé "Regala Salud". Y la verdad es que me parece un estupendo regalo para estos tiempos de pandemia.

Como se puede ver en el enlace, los siete rasgos de conducta resiliente son relevantes en todo momento y el regalo de un libro o de un juego que nos inviten a mejorar nuestra inteligencia emocional y social, se puede decir que son regalos que hemos de trabajar para luego compartir.

Malamente se comparte aquello que no se practica.


Desde ese espíritu de renovación que solemos plantearnos como estímulo de mejora cada año entrante, para el año 2021 me propongo seguir invirtiendo todos los esfuerzos que me sean necesarios para hacer realidad en mi entorno el mensaje: "Pensar en Yo. Actuar como Nosotros".


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