sábado, 7 de noviembre de 2020

NOVATA 63

EN EL ATARDECER DEL OTOÑO...

¿Me tiro a la piscina?

Este año 2020, nos ofrece variadas formas de entender la limpieza. Y la imagen que he escogido me sirve de excusa para argumentar la dualidad de ese tiempo estacional, o cronológico, del otoño.

La luz espectacular del cielo en las mañanas otoñales son el contrapunto a los atardeceres melancólicos de una penumbra que se antoja temprana.

Me ha encantado un artículo de Xavier Giménez Font "Los colores del otoño: cuando menos es más" en la web Investigación y Ciencia. Como cabecera del artículo, Giménez expresa magníficamente esa idea de dualidad que encierra el otoño.
La llegada del otoño podría interpretarse como el inicio de un período gris y de menor actividad. Pero también puede verse como una explosión de matices cromáticos, que curiosamente provienen de una menor luz ambiental. 

Llevo unos día pensando en acometer la tarea de expurgo de mis archivos en la nube. Y hoy me he decidido a iniciar ese proceso que conlleva la decisión de elegir: ¿desecho, o guardo?

Comienzo por recoger algunas experiencias recientes.

La realidad es tozuda, y las sociedades se retratan en el comportamiento de sus ciudadanos.

Algunos, estamos más que hartos del encierro social indiscriminado que padecemos, en buena medida, por la gestión de una política-mediática puro marketing personalista, y también por la inconsciencia generalizada de una población informada de aquella manera, acostumbrada a saltarse las ordenanzas a las bravas.
Los jubilados estamos en ese momento de pensarnos dos veces aquello de tirarnos a la piscina sin antes mirar lo que nos espera.

Centrándonos en nuestro país, tanto en las noticias como las propias vivencias nos muestran una realidad que cada uno asimila a su entender y, algunos, hacen luego lo que les viene en gana por muchas restricciones legales impuestas por los gobiernos central o autonómicos. Eso sí, todos pagamos las consecuencias.

A modo de ilustrar esa idea, expongo dos relatos:

  • Una noticia del 28 de octubre de 2020, El Correo
"Sufre quemaduras una paciente Covid por fumar en su habitación de Basurto. La mujer, de unos 50 años, resultó herida grave después de que la bombona de oxígeno que necesitaba para respirar le explotase en el rostro."

  • Un paseo por los aledaños de un hospital en Valencia, el 27 de octubre de 2020
Ese día por unos minutos me he convertido en el Pepito Grillo de algunos transeúntes, fumadores y parlantes telefónicos, que hacían de su capa un sayo con las normas dictadas para evitar los contagios; puesto que todos ellos llevaban la mascarilla en cualquier lado menos en el rostro. Cabe destacar que tal comportamiento se daba también entre algunos sanitarios que realizaban (supongo) su descanso.

También pude observar que algunos pacientes mayores que salían del hospital con su mascarilla quirúrgica pasaban al lado de estas personas que estaban incumpliendo las normas dictadas para evitar contagios.
En voz alta les dije con claridad:
"Un comportamiento inadecuado e insolidario. ¡A fumar a su casa! ¡Hablar por teléfono sin mascarilla, a su casa! ¡Si en estos momentos les pusieran una multa de mil euros, se lo pensarían dos veces!".

Desde luego, mi actuación la pienso repetir tantas veces como me halle ante situaciones semejantes.

Siguiendo con el asunto de limpieza de la documentación desfasada, al escudriñar en los archivos de los correos electrónicos que manejo habitualmente, me encuentro una foto del año 2000, de la graduación de un curso de formación profesional del que era tutora. Me hace ilusión compartirla aquí porque mi marido ve en ella reflejada a una de nuestras hijas. Estos ejercicios de rememoración con imágenes vienen bien a todos, y mucho más a los enfermos de Alzheimer. A colación, recupero un lema olvidado que la Confederación Española de Alzheimer se encarga cada año de recordarlo. Enlazo la página que corresponde al día mundial del Alzheimer 2018 "Alzheimer ConCiencia Social".

Siguiendo con el expurgo, entresaco la información de una conferencia que preparé pensando en mostrar la bondad de un pensamiento ampliamente difundido: "si quieres puedes" pero con una segunda proposición a modo de cuestión "¿quieres lo que puedes?".

Si algo nos ha dejado en claro la pandemia es el trato dado a nuestros mayores, que requiere de una profunda reflexión dual entre lo que puedo y lo que quiero.
 
Del 2015, rescato un información con la que doy fin a esta entrada que nace en el otoño de mi edad cronológica que no mental: dualidad manifiesta del ser que vive en el amor de dos corazones que palpitan juntos, también en la adversidad.



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