jueves, 19 de marzo de 2020

NOVATA 47

¡FELICIDADES!

Hoy se celebra la onomástica de san José

Patrón de la Iglesia Universal, la buena muerte, las familias, los padres, las mujeres embarazadas, viajeros, inmigrantes, artesanos, ingenieros y trabajadores. Lo es también de las Américas, Canadá, China, Croacia, México, Corea, Austria, Bélgica, Perú, Filipinas y Vietnam.

El 19 de marzo es también un día muy especial para los valencianos; en la oscuridad de la noche, se procede a la cremà de los monumentos que lucen en sus plazas repletas de bullicioso ambiente festivo. Este año de 2020, la fiesta se queda en casa; pero segura estoy de que se va a celebrar con ese ingenio que los valencianos plasman en su ninots. 

También desde hace un tiempo, la tradición cristiana europea homenajea a los Padres, en este día.

Aunque, tal vez menos conocido, en países vecinos como lo es Francia, se conmemora el Día Internacional del Hombre el tercer domingo de junio, siguiendo la tradición estadounidense, por otro lado, origen de esta celebración en el año 1924.

Motivos de alegría los hay todos los días; como también la tristeza nos embarga en tantas otras horas de convivencia. En estos momentos, nos hallamos atrapados en el hogar por un virus que pone a prueba nuestro sistema inmunitario y nuestras costumbres.

El llevar una vida saludable física y mental, se pone a prueba en las crisis.

Cuando se nombra salud física, solemos pensar en el ejercicio muscular; pero obviamos en ocasiones un paquete de medidas relevantes como lo es la alimentación. Nuestro cuerpo habla y se queja: las posturas, los alimentos, la elaboración culinaria... repercuten en nuestro sistema inmunitario junto a una parte, tal vez, descuidada: la salud mental (neurológica) y la menospreciada espiritual.

La Cuna de Occidente se centra en el raciocinio, cosa loable. Pero de alguna forma se ha decretado un mutismo relacionado con las emociones que también forman parte del cerebro humano. Esta quiebra en el sistema #razónemoción no beneficia a la persona que ha de maniobrar en esa dualidad, y mucho menos cuando está en crisis.

Hoy se vive en el hogar un momento excepcional para el que no se está preparado. Hay que trabajar desde casa, y hacer que los hijos completen el día con las tareas escolares, juegos, tele, lectura... y, por si fuera poco, se tiene que limpiar, cocinar, etc., y estar a punto para cualquier sesión de vídeo conferencia.

Mis aplausos para las familias. Son el pilar de la sociedad. Sin embargo, últimamente, la desprotección a las familias es un rasgo cotidiano, al menos, en nuestro país. El papá estado quiere imponer sus criterios sobre la educación del menor. Aunque, en estos momentos de crisis, el estado brilla por su ausencia en tanto en cuanto no toma medidas para que las familias (todas) sin mediar populismo alguno, tengan alguna ayuda directa a sus maltrechos bolsillos. Se pagan los coles y se mantiene a los hijos con el esfuerzo familiar. De esto no se habla. ¿Qué pasa con el IRPF? ¿Nada se puede desgravar? La situación sobrevenida requiere de intelectos formados, ágiles y humanos.

Hoy se confunde populismo con humanidad, y no es lo mismo. Podemos leer que la OMS califica al coronavirus como enemigo de la humanidad. Esta afirmación tiene que ver con esa errónea concepción de fusión #populismohumanidad. Cada persona tiene su visión particular del asunto. Sin embargo, en esta crisis estamos comprobando que populismo y humanidad no van juntos.

Lo que si sabemos van unidos son los afectos, y en mayor medida los estrechos lazos familiares.
Las imágenes virtuales se encargan en este señalado día familiar de alegrar la fiesta entre los hogares, en la distancia.

No hay comentarios: