lunes, 14 de octubre de 2019

NOVATA 38

El Alzheimer se visualiza en la ciudad de Valencia, este otoño.

En septiembre, asistimos al estreno de la película Vivir dos veces.

Mi marido, enfermo de Alzheimer, quería ver el relato que se hace en la película de lo que él experimenta en primera persona.

Entramos en la sala de proyección con algunas reservas por mi parte, la verdad. Por mucho que las críticas te digan que se plantea como una visión simpática, una enfermedad incurable a día de hoy, encierra un gran dolor emocional difícil de expresar por muy positiva que sea la mirada
Sin duda es recomendable desdramatizar la visión del proceso, aunque sin perder de vista el duelo personal y familiar que se halla en continúo desprendimiento de un yo-mutuo que se difumina lentamente.
Asistimos también en septiembre al VII Congreso Internacional CIIIEN 2019. Ahí pude constatar el rigor de una idea que llevo a la práctica diaria, y que me ha llevado a impulsar una Jornada en Valencia, de la que informo al final de esta entrada.

La Conferencia Plenaria del Congreso corrió a cargo del jefe de Servicio de Geriatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, el Dr. Alfonso J. Cruz-Jenofonte. De su intervención, recojo esta imagen ilustrativa, referida al cuidado de los enfermos con trastornos neurológicos.

Al escucharle me sentí en casa; de alguna forma se reconocía ese sentimiento de que la sociedad vive aletargada sin conocer, o reconocer lo que verdaderamente importa.

Importa la persona que convive en los entornos cercanos a cada uno.

Importa reconocer las habilidades que cada uno muestra en las diferentes etapas de su vida.

Importa que las personas participen en la sociedad que habitan.

Siendo relevantes los 'importa' lo crucial ante el Alzheimer parte de un mismo, de la voluntad y el ánimo a no dejarse vencer. Ese ímpetu vital precisa del apoyo emocional y terapéutico de los suyos, y de los profesionales de la Neuropsicología, Logopedia...que se convierten en los entrenadores personales del enfermo.

Dejo aquí la información de la Jornada, que espero sea acogida con gran afluencia de público dado el prestigio de los conferenciantes profundamente humanistas.







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