lunes, 8 de julio de 2019

NOVATA 37

¡URGE ABARROTAR!

Cuando la convivencia se torna en lucha continua por medrar sin conciencia...

Desde hace unos años llevo argumentado entre amigos lo que a mi entender no alcanzamos a ver, o que si lo hacemos no ponemos empeño eficaz en comprender la deriva y la mejora (dos caras de la moneda) de las sociedades que conforman la cultura engendrada gracias al Cristianismo. He ido recopilando algunas ideas sobre las que conversar, y hoy he decidido compartirlas aquí.

1. Que la decadencia es un hecho en nuestra sociedad, nadie lo pone en duda. Lo saben también quienes enarbolan la bandera que tildan de progresista; por cierto, ello nada tiene que ver con la mejora de los pueblos, más bien se les puede atribuir el proceso de deriva hacia la barbarie del "todo vale" mientras el cuerpo aguante.

2. Para la progresía, el espíritu es un invento de control. Ellos se convierten en salva patrias del cuerpo serrano; libres de hacer lo que les venga en gana. Se engalanan de leyes libertarias que lucen orgullosos, mientras tildan de retrógrados a quienes no les sigan a ojos vendados; también llegan a las agresiones físicas o verbales. Y, lo más significativo, dicen una cosa y hacen la contraria.

3. Una cadaunada del siglo XXI, nos llega del multiculturalismo que viene a promover la riqueza del espíritu de entendimiento, toda vez que incita también al temor a lo desconocido; las dos caras de la moneda: comprensión/miedo. La vida pasa: lo que en su momento se hizo y lo que no, tiene consecuencias. Sin duda, los comportamientos pueden modificarse, pero lo acontecido no tiene vuelta atrás.

4. De entre las fichas que guardo en la nube, traigo hoy una pensada para motivar la participación de los laicos en la vida de la Iglesia. Y ahora que visualizo la diapositiva, después de algunos años guardada, reflexiono y pienso en lo complicado que lo tienen los jóvenes para comportarse de forma responsable y auténtica; de sentirse capaces de promover la convivencia en medio de una sociedad en la que prima la banalidad, a la que se suma la violencia. 


5. La convivencia en las calles de nuestros pueblos y ciudades, es fruto del comportamiento personal dentro de la sociedad que habitamos. Nos guste más o menos, hemos participado en lo que hoy vemos con gusto u horrorizados. Lo peor no es lo que sucede a día de hoy. Lo dramático es no reconocer de dónde vienen esos barros que enlodan al más pintado y que nos arrastran a la barbarie. La barita mágica está muy bien en los cuentos, pero la vida no es ni un sueño ni un cuento.

6. Cuando pensaba en Urge abarrotar, en recordar los valores que promueven la convivencia, no sabía que el Movimiento 15M sería el encargado de cargarse esos valores; que ellos abarrotarían las calles de sinrazón llevados por individuos que lejos de ser libres son esclavos de sus descontroladas pasiones; y mucho menos pensé que cobrarían sueldos como Parlamentarios.

7. Me consta que son muchos los jóvenes partícipes de los valores para la convivencia. Sé también que no están de moda; que no salen en los medios de información. Y es eso lo que me ocupa porque me preocupa.
Las calles se han vuelto en contra de la libertad; prima el libertinaje.
Las mujeres están totalmente desprotegidas; cualquiera puede violentarlas en cualquier lugar y de manera gratuita.
La ley del más fuerte campa a sus anchas en nuestros pueblos y ciudades.
Aunque nos empeñemos en decir que la Ley nos protege, las mujeres sabemos bien que estamos más indefensas dado el ambiente proclive a la delincuencia en aumento.

8. La gente que mantiene (mantenemos) con su esfuerzo a esta sociedad podrida, no puede más. Cierto es que pueden surgir, y surgen, movimientos que lejos de ayudar miran atrás con nostalgia. Esto tampoco nos vale. Entonces ¿cada pueblo, cada país han de encontrar su manera de convivencia? Ahí estamos, sin saber a estas alturas el significado de convivencia, mal andamos.


9. La idea del título Urge abarrotar es lo que, en mi opinión, hemos de hacer las personas allí donde nos toque estar: un día y otro día; a una hora y a la siguiente; entre amigos o con desconocidos; dentro y fuera del trabajo...

Urge abarrotar los ambientes sociales de realidades sin tapujos. Hay que construir el relato de hoy con materiales de mañana. 










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