martes, 19 de marzo de 2019

NOVATA 23

HOY, COMO ANTAÑO

Los bufones tienen su sitio en las intrigas del poder.

Si nos retrotraemos al siglo XVI, los bufones eran funcionarios a sueldo en la corte española que lo mismo servían de entretenimiento palaciego que hacían de espías en asuntos poco recomendables e incluso delictivos.
Viendo el panorama actual, en el siglo XXI, el parlamento español, junto a los autonómicos mantienen en sus filas a personajes que cumplen la función del bufón: funcionarios que sirven igual como entretenimiento en las redes sociales que se meten en follones nada recomendables y, en algunos casos, hasta delictivos.
Solo cambia una cosa: los bufones de hoy son electos. De modo que, si siguen ahí es porque la gente les vota.
En la medida que son elegidos,  cabe preguntarse ¿por qué gustan los bufones? A mi entender, son una distracción segura que cubre los desmanes de aquellos a quienes sirven; es decir, a los políticos que, a su vez, se pueden convertir en bufones de quienes ostentan el mando por el poderío que concede la moneda de trueque al uso; léase: droga, armas, prostitución, intimidación, etc., todo un conjunto de lindezas nada recomendables y sí delictivas.

En los meses de abril y mayo, se nos vienen encima unas elecciones complicadas por el caudal de bufones que fluyen en las listas electorales. En las redes sociales los bulos van y vienen. Cada bufón pone en marcha su particular ventilador por ver de salpicar a otros con sus "medias verdades"  noticias falsas que se pretenden blanquear en el trapicheo de bufones.
Es ahí, en ese hervidero de mentiras, donde el votante ha de profundizar y discernir. ¡Casi nada!
"Lobos y corderos". En este artículo del domingo, 17 de marzo, en el diario Las Provincias, D. Agustín Domingo Moratalla, hace mención a un tema que preocupa, pero del que se ocupan poco los dirigentes: LA IGNORANCIA.
Es posible que los bufones tengan el encargo de mantener la 'ignorancia' como activo atractivo de votos.
En los últimos cuarenta años, la educación de los hijos ha pasado de ser un activo social de la familia, para ser manoseada por los bufones que se erigen salva patrias.
En conversaciones familiares se puede observar los cambios que afectan a las conductas sociales. Es ahí donde se refuerza el comportamiento de la persona. Y también es en ese espacio donde se está produciendo la dejación de funciones.
Tres generaciones pueden observar hoy el devenir de la Historia. Este es un hecho que no se producía antaño, y que dado la longevidad actual es posible. Visto en perspectiva, la educación que recibí no dista tanto de la que puse en práctica, a mi manera, claro. Cuando observo a mis nietos mayores, y a los más pequeños me percato de que se mantienen, y mejoran, algunas de las conductas que son legado familiar.
Es lo importante en la Historia: llegar a reconocer la mejora del legado familiar que se da en las uniones entre los diferentes modos de ser y de pensar. Potenciar el talento es una tarea de la familia, primero; compartido y consensuado con la escuela, después.

Mirar para ver lo que nos hace mejores como personas, debiera ser el anteojo con el que filtrar la desinformación vertida por los bufones.

De la ignorancia se sale cuando se quiere.

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