martes, 25 de diciembre de 2018

NOVATA 14

Navidad: ¿conectamos o desconectamos? 

 

Ese instante pleno de ternura del intelecto que fluye en Alma


Ese tiempo que nos lleva a la infancia que cada persona guarda en el recuerdo subjetivo.
Ese momento que retenemos vivamente por causas tan personales como intransferibles.
Ese día festivo señalado en el calendario anual, como motivo de reunión familiar generalizado.

El hilo de conexión ¿dónde se halla?


En la entrada anterior planteaba unas preguntas a modo de reflexión personal compartida. Lo cierto es que, han sido escasos los momentos de pensamiento consciente de ello. Sin embargo las actividades sociales que he realizado entre la entrada anterior y la actual, puede decirse que se convierten en hilo conductor de las cuestiones planteadas anteriormente.
Cuando asistes a los festivales navideños de los escolares, entiendes que el cambio experimentado en nuestra sociedad en la última década deja escaso margen a los nostálgicos; y mira que los hay, de todos los colores y para todos los gustos. No entro a ese trapo porque no encuentro ahí el hilo de conexión con la Navidad.
Tampoco encuentro ese hilo en los anunciantes que se preparan para encajar al máximo sus productos y servicios en ese ciclo festivo. Aunque se propongan mostrar la conexión con el hilo de la Navidad, el uso sensiblero de los anuncios en esos días, da qué pensar.
Para tratar de argumentar lo que entiendo sería el hilo conductor de la Navidad, me permito recordar aquí un libro del que soy coautora junto a Manuel Artal Castells: "El vendedor universal" (2003) de la Editorial Pirámide. En la pagina veintiséis, encontramos un apartado "Las cuatro P del vendedor universal" que desarrollo atendiendo a: Persona, Proyecto, Prestigio y Partner. De la persona destaco la autenticidad; del proyecto el compromiso; del prestigio la bondad; del partner el conocimiento.

Atendiendo a esas cualidades de la persona, percibo que el ritmo mercantil tintado de buenos propósitos no nos acerca al espíritu Navideño. Bien es cierto que la Navidad forma parte de la cultura occidental católica, y que sus ideales siendo universales no son loados por una parte importante de la sociedad. Concretamente en nuestro país, el cambio social experimentado se está enquistando sin dar los frutos deseados.

En otra de mis obras publicadas en el año 2016 por el Grupo Editorial Sial Pigmalión, "Las aventuras de Teclado y Yo. @armonía" entro al trapo del cambio social que mi difunto padre ya veía venir en los años treinta del pasado siglo. Y en ese hilo de conexión generacional que inicio al poco de fallecer, en la página sesenta y tres del libro, tomando de referencia los artículos de mi padre, desarrollo una de sus preocupaciones vitales que comparto plenamente: "Alma e intelecto de los pueblos... ¡hacia dónde los conduces".

 

¿En que punto de conjunción "Alma-Intelecto" nos hallamos?


No tengo datos suficientes para expresar la situación actual de ese binomio cuyo equilibrio pende de un hilo profundamente personal. Me atrevo a señalar lo que siento, la trayectoria emocional que muestro en los escritos que comparto. Cosa distinta es que la relación entre lo que uno piensa y describe, concuerde con la conducta personal en convivencia.

Retomo la sugerencia de las cuatro P  "autenticidad-compromiso-bondad-conocimiento" que asocio respectivamente a "persona-proyecto-prestigio-partner". Me cuestiono si, de forma personal y en convivencia familiar, profesional y social, somos portadores de cualidades motivadoras de encuentro inteligente que, a mi entender, deje de lado cualquier ideología del momento.

 

Tal vez, la desconexión venga del apego a las diferencias


El discurso de lo diferente desde el 'buenismo' es perverso. Cualquier persona forma parte de la sociedad que habite. Ello significa que comparte las cualidades personales que definen al territorio donde reside. Esto no significa que se coarte la libertad de nadie. Uno es libre de buscar aquel lugar en el que dar rienda suelta a sus ideas. También lo es para no excluirse del lugar que habita. Digamos que, de forma general, no se trata de incluir; hay que hablar de que la persona permanezca de forma voluntaria compartiendo las cualidades que definen la sociedad donde se halle.

 

De otro lado ¿somos conscientes de las cualidades que nos definen?


Un reto para el año 2019.
 

No hay comentarios: