UN CONFERENCIANTE DE LUJO, EN UNA INSTITUCIÓN PÚBLICA IDEOLOGIZADA.
El científico de nivel internacional, Javier DeFelipe, estuvo ayer en el Paraninfo de la Universidad de Valencia para hablarnos de "El cerebro humano: una perspectiva científica y filosófica". Dejo el enlace de La Escuela Europea del Pensamiento, sobre conferenciante.
Como hecho relevante inicial, me sorprendió que el representante de la universidad recibiese al ponente en valenciano, y que siguiese él muy digno ante una personalidad que habla seguro alguna que otra lengua, como cualquier español nacido fuera de la CV como es el caso de este científico nacido en Madrid. Y no contento con ello, anunció que se ausentarïa más tarde para estar presente en un acto de Comisiones Obreras que tenía lugar en el Atrio de La Nau una hora después, en pleno acto de la conferencia. Y cumplió su promesa, dejó vacío su sillón a la hora convenida. El protocolo de cualquier acto conviene que, una vez realizas tu intervención si has de ausentarte en medio del acto lo hagas al inicio y, en todo caso, ocupes un asiento de butaca.
¡Todo un lujo!, el escuchar al insigne conferenciante en medio de la algarabía popular en la conmemoración de no sé cuántos años de dicha organización sindical. No es de extrañar que las universidades españolas se encuentren en mínimos, si la sensibilidad de sus máximos representantes actúan tal y como ayer pude apreciar in situ.
Eso si, disfruté un montón con la sencilla sabiduría del que sabe que le queda todo por conocer.
Como hecho relevante inicial, me sorprendió que el representante de la universidad recibiese al ponente en valenciano, y que siguiese él muy digno ante una personalidad que habla seguro alguna que otra lengua, como cualquier español nacido fuera de la CV como es el caso de este científico nacido en Madrid. Y no contento con ello, anunció que se ausentarïa más tarde para estar presente en un acto de Comisiones Obreras que tenía lugar en el Atrio de La Nau una hora después, en pleno acto de la conferencia. Y cumplió su promesa, dejó vacío su sillón a la hora convenida. El protocolo de cualquier acto conviene que, una vez realizas tu intervención si has de ausentarte en medio del acto lo hagas al inicio y, en todo caso, ocupes un asiento de butaca.
¡Todo un lujo!, el escuchar al insigne conferenciante en medio de la algarabía popular en la conmemoración de no sé cuántos años de dicha organización sindical. No es de extrañar que las universidades españolas se encuentren en mínimos, si la sensibilidad de sus máximos representantes actúan tal y como ayer pude apreciar in situ.
Eso si, disfruté un montón con la sencilla sabiduría del que sabe que le queda todo por conocer.
"Manejamos datos, pero eso no es conocimiento".
«Cuando el hombre colonice el espacio y nazca ya en otros lugares espaciales, la Tierra va a ser un medio hostil». Fuente.
La sala estaba llena de estudiantes universitarios ávidos de conocer de primera mano los avances en el estudio del cerebro humano. La exposición del ponente estoy convencida de que les animó a seguir en la ardua tarea de mantener viva la máxima que dejó patente el científico: "Pregunta y comparte".
También me resultó grato escucharle decir la esperanza que supone el saber que las conexiones neuronales son fruto del aprendizaje, y que este es contínuo.
Cuando alguien se enfrenta a una enfermedad que afecta al cerebro, como lo es el Alzheimer, siente que puede hacer algo para lograr que su conducta se vea afectada lo menos posible gracias al aprendizaje de nuevas habilidades, como pueda ser tocar un instrumento, aprender una nueva lengua, ordenar el pensamiento mediante la pintura, etcétera.
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