jueves, 3 de julio de 2025

NOVATA 129

A FELIX LE GUSTABA CORUÑA
"La ciudad de cristal en la que nadie se siente forastero."

La historia de Felix en tierras coruñesas se remonta al verano de 1960, un joven de diecisiete años que vivía sus primeros amoríos en la playa de Riazor; por aquel entonces, yo tenía diez años. Él veraneaba allí porque su cuñado era inspector de hacienda en La Coruña.

La vida te llevó a encontrarte con una coruñesa en Valencia en el año 1973; ya no nos separamos hasta tu muerte en 2024.

Hoy, 3 de julio de 2025, se amontonan los recuerdos al revivir tan triste día.

Hace ocho meses, el domingo tres de noviembre de 2024, pensaba que podría regresar a casa con los cuidados paliativos asignados; pero la neumonía por aspiración repetía: la fiebre volvía y nada podían hacer para que no se ahogase en su propia saliva. Los doctores nos informaron de que los cuidados paliativos en casa no procedían; que había llegado al límite.

Avisé a la familia y, el día cuatro con él despierto, nos despedimos escuchando la música que había acompañado nuestras vidas: entre abrazos risas besos susurros al oído pudimos disfrutar de alguna sonrisa de agrado en su rostro, de un semblante tranquilo que hoy, ocho meses después, quiero recordar desde al amor que sigue vivo en mí.

¡Me voy a Coruña! amor mío.

Sigo la estela que me dejaste en vida: "No puedes pasar los veranos en Valencia: tanto calor te agota; en Coruña revives."

No sé cómo voy a vivir mi (nuestra) ciudad, sin tí. Sé que mis parientes me van a arropar; mucho te apreciaban; conocían la expresión más italiana de tu carácter divertido, con estilo y amante de las cosas bellas; ¡de la buena comida en familia!

Sí, siempre has buscado y disfrutado de lo bello.

Ese legado sigue entre los tuyos. Nuestras hijas junto a los suyos siguen esa estela de buen gusto en las formas y el en el fondo. Cuidar con esmero de la familia es la mejor herencia que los padres podemos dejar a los hijos. Ahora me corresponde a mí seguir haciendo lo propio sin tu presencia terrenal.

Sí, permaneces en la familia que juntos creamos con amor.


Felix (1960)


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