IMAGINACIÓN + TERNURA = VIDA
Imaginación para proyectar, ternura como acicate para comprender.
Queridos lectores, grandes y pequeños, comparto hoy uno de tantos escritos guardados en los que hago mención a la imaginación que crece en cada cumpleaños.
En medio del dolor que siento por la muerte de Felix, con profundas marcas de expresión en el rostro, sin rencor en el pensamiento, con esfuerzo y el deseo por mejorar: continuo mostrando mis sentimientos y emociones en escritos a la usanza del momento, en la Red.
Hace ya tres décadas que describo lo que bulle en mi cabeza comenzando por la infancia; soy una convencida de que la imaginación no puede faltar a los pies de la cama de ningún pequeño, ni de cualquier adulto. Recopilo aquello que me ha hecho reír y llorar, que me ha ayudado a conocerme y a convivir en armonía.
Cuándo y por qué comienzo a escribir, a poner orden en mis pensamientos, guarda relación con el caos emocional que me invade en aquellos momentos y el orden mental al que acostumbro por naturaleza. Lo hice entonces porque me encontraba desorientada, aislada, indecisa,...incómoda. Al escribir ordeno y proyecto. La ternura deviene al comprender los actos de los demás sin juzgar. Digamos que, la viudedad hace que reviva la desorientación, indecisión, aislamiento... a la espera de algún personaje literario.
Arcano fue mi primer protagonista; él me invitó a conectar con la estela de una familia: la mía. Más tarde llegó Trapo, otro de mis personajes iniciales que me ayudó a restablecer un vínculo en clara dexconexión emocional; me refiero a la añoranza del terruño que ocupa los corazones en la lejanía.
Otras figuras, como las que se dan en Escalerita al cielo, forman parte de unas cuantas cuitas de amigas; juntas hemos trazado rutas de amor y esperanza.
Marina, Tila y Tilo, Nudos e Hilos, Tutor y Experiencia,...Rosco y Arcano, Teclado y Yo: dan vida a tantas emociones que viven en uno sin apenas sentirlas y, en tantas ocasiones, sin dejar que fluyan en libertad.
Caos y orden forman parte del universo que la ciencia trata de razonar. Desde mi experiencia docente, he ido comprobando cómo la dualidad mejor/peor, bueno/malo, blanco/negro se llena de matices cuando la imaginación se amalgama con la ternura. Ese es el legado que me llega de las estrellas, el que comparto y entrelazo en las historias que cuento y que seguiré contando mientras pueda.
Dejo una reseña y la entrevista de un libro escrito entre los años 2005 y 2006, y que veinte años después sigue de actualidad.
La tutoría forma parte de la tarea docente y tiene como funciones básicas la de orientar a los alumnos y alumnas en su proceso de aprendizaje; además de contribuir a establecer relaciones fluidas entre la escuela y la familia, y entre el alumnado y la institución escolar. Este libro toma como base las encuestas realizadas a padres y tutores, tanto en escuelas públicas como privadas, y ofrece claves para que las tutorías sean productivas y ayuden a conocer mejor las aptitudes e intereses de cada alumno. El estudio de los resultados obtenidos es lo que ha motivado a las autoras a ofrecer unas claves educativas, que necesariamente pasan por la conversación en la escuela. Así queda enunciado al comienzo de estas páginas: "Para educar, la escuela no basta y la familia sola no puede".
El audio de la entrevista: La conversación en la escuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario