sábado, 6 de marzo de 2021

NOVATA 76

DUELE...¡VAYA SI DUELE!

Que nadie se engañe

El amor no te blinda del dolor

Duele el observar cómo, un sencillo mensaje "enjuaga la taza" resulta complejo de realizar; que dos órdenes seguidas no se logren asimilar.

Duele en el alma cuando sientes un profundo amor por la persona.

No puedes dejar de recordar sus habilidades e inteligencia. Y es ahí, tirando de ese hilo, donde tomas aliento para dar la vuelta a tu empanada mental de angustia.

Te dices: gracias a su bagaje personal mantiene un nivel de independencia y raciocinio increíbles para el estadio de la enfermedad que nuestra su cerebro.

Ello me motiva, me anima a pensar en las actividades que puedo proponerle para lograr que mantenga su propósito de lucha; tal y como le había expresado al Neurólogo cuando le preguntó en la consulta en el año 2015:

-¿Quiere implicarse en no decaer ante el Alzheimer?

Y él le contestó:

-¡Voy a luchar!

Su mensaje luchador se convierte en uno de mis retos diarios;  me lleva a seguir indagando y aprendiendo para conocer las últimas investigaciones sobre la enfermedad y los avances en las terapias no farmacológicas.

En los años que llevamos pedaleando juntos a consecuencia del Alzheimer, el dolor emocional sigue presente cada día; realmente se convierte en motor de esperanza; pues sin emoción difícilmente se acomete una acción.

En el dolor se tiene un trampolín desde donde tomar impulso para una lucha inteligente.

En el dolor te percatas de los beneficios de esa complicidad que deviene de la unión de dos almas que se tocan, que se reconocen en un entorno sinuoso de momentos duros y de situaciones hermosas.

El vivir es un relato continuo de encuentros de gozo y angustia

La esperanza de una sociedad sin momentos ni situaciones de profunda angustia es tan utópica como una de gozo perpetuo.

Lo que cabe cuestionarse es si, en estos momentos que devienen del pasado cercano, contamos historias "machaconas-tendenciosas" que nos impiden sentir el "sencillo-complicado" vaivén del vivir.

Quienes padecen enfermedades para las que hoy no se tiene cura, y los familiares que conviven en el hogar nos cuentan (contamos) cómo se siente uno, cada persona.

De alguna forma, de sus experiencias se puede extraer un mensaje común a todos ellos:

¡Lucha con todas tus fuerzas!

Tal vez hemos de animarnos a contar y compartir nuestras experiencias ante el "dolor-esperanzado".

1 comentario:

Fernando Fragío Rodríguez dijo...

Di que sí, Maribel. Levántate y lucha.

Viene a mi memoria la letra de una canción de los Ilegales que se llama "Tiempos nuevos, tiempos salvajes". Te la recomiendo en Youtube https://youtu.be/4htttUBfQyg.

Espero que, como a mí, os anime a los dos.