sábado, 6 de septiembre de 2025

NOVATA 134

EL AMOR: FONDO DE ARMARIO IMPRESCINDIBLE

En el duelo se hace patente el amor incondicional.

Hoy quiero compartir el significado que tiene para mí habitar la soledad, como una forma de distribuir el vacío. No me refiero a llenar, como tampoco a cambiar.

Recientemente ha fallecido a los 91 años el diseñador Giorgio Armani, considerado el arquitecto de la elegancia moderna que abrazó la sobriedad como filosofía creativa. Mi interés en él proviene de una visión suya que comparto: El verdadero lujo no se compra, se construye.

Sí, considero que el sosiego la paz la dulzura, no se compran;  hay que habitar el duelo sin destrozar la construcción de toda una vida.

En el asunto del amor recojo un mensaje de san Agustín: Si quieres conocer a una persona, no le preguntes lo que piensa sino lo que ama.

Yo amo profundamente a Felix. Sigo amando lo que juntos hemos construido y habitado.

En estos diez meses sin él, soledad y vacío recorren aún mi cuerpo.

La viudez no sólo requiere tiempo paciencia, precisa también de lucidez emocional. Reconozco la enorme suerte que me asiste; me refiero a los amigos que, desde su exquisita  sensibilidad, me hacen llegar mensajes llenos de sentido (algo que mi marido hizo en mis momentos de tribulación). La familia, por descontado, ahí están sin ambages.

Fuera de discusiones filosóficas sobre el significado de habitarmi meta se ciñe a cuidar y preservar la esencia del amor que pervive en la soledad.

En el año 1951, Heidegger y Ortega dieron unas conferencias en Alemania: según Heidegger, el habitar precede en el hombre al construir, mientras que para Ortega el construir precede al habitar porque cada persona necesita de la cultura, y así humaniza o salva su circunstancia para poder habitarla.

Habitar, como símbolo de acomodar la incómoda estancia del duelo.

El vacío que uno experimenta ante la pérdida del ser querido, es indescriptible. En palabras de Goethe: No todo el mundo ve en el bosque la leña para el fuego. Es decir: cada persona percibe subjetivamente un mismo dato, de ahí que la ayuda exterior se complique tanto para el receptor como para el emisor; sin duda, hablar el mismo lenguaje emocional es 'casi casi' una utopía.

El cinco de septiembre de este año, se han cumplido diez meses del inicio de su marcha corporal en el hospital; a las doce horas del medio día los doctores iniciaron el proceso de sedación, rodeado de sus hijas conmigo.

Hay una enorme diferencia entre estar y ser. El cuerpo, desaparece. El espíritu, habita. En ese habitar de dos personas que se han querido a lo largo de su vida juntos, para la persona que se queda comienza a recorrer en soledad un camino impuesto por la muerte. Siente el dolor como efecto del amor. Y así se comprende que, habitar el duelo supone sentir el amor que no desaparece con la muerte.

Septiembre de 2024

Tu semblante sereno me recuerda tus esfuerzos y los míos por seguir luchando

mientras la enfermedad irrumpía día y noche con unas imágenes que te causaban terror.

Por fortuna esos terribles momentos duraron escasos tres meses

tu cuerpo marchó en noviembre de ese año.

Aquí estoy yo ahora

intentando sacar fuerzas para seguir ese camino de fortaleza ante la adversidad.



domingo, 24 de agosto de 2025

NOVATA 133

EL DIÁLOGO SANADOR

Piensa, antes de decir; escucha, antes de contestar.

Buenos días, María Ángeles. Cada cual vive este proceso (se refiere al duelo) según sus necesidades, sus ánimos, sus convicciones y sus creencias. Escribir desahoga. Y mucho. Mantente firme en ese hábito para ir sanando la herida. Quedará cicatriz, y posiblemente bien grande, pero lo importante es sobrellevarla con orgullo porque hay cicatrices que tienen mucho significado. Y en este caso, aunque duela ahora, será bonito. Mucho ánimo.

Cuando recibí este mensaje de una persona amiga a la que aprecio, y que me consta por sus hechos lo mucho que estimaba a Felix, me sentí comprendida. La herida va a cicatrizar por un motivo principal para mí, tal y como se expresa en la misiva: mi vida junto a él ha dejado una huella inolvidable que el dolor no borra. Lo bello permanece si se elige verlo.

Es cierto que, en estos momentos, la herida supura entre lagrimas, risas, rabia, ternura..., pero, sí hay un pero: de alguna forma, he sacado fuerzas para viajar. No es fácil: dejar el entorno seguro del hogar; viajar sola, cuando no lo has hecho nunca. En estos meses de julio y agosto, empiezo a comprender que, aunque estoy sola en la casa y me sienta vulnerable, un faro ilumina mi caminar: sus palabras vibran en mi cuerpo.

Aunque algunos de sus mensajes no me gustasen o no los entendiese, ahora cobran sentido. Sin ir más lejos, le decía lo pequeña que era (porque soy de baja estatura) y me respondía que yo era grande. Me parece ahora que se refería a que yo mostraba una fortaleza poco común para él. Sin embargo, para mí el carácter de Felix superaba al mío.

De alguna forma nos hemos complementado, supongo. Entiendo que mi capacidad de expresión emocional superaba a la suya. Y es curioso, en el proceso de la enfermedad, cuando la corteza prefrontal quedó anulada él comenzó a manifestar sus emociones con facilidad. Es cierto que se sentía seguro y acogido conmigo.

A veces olvidamos que atender a un enfermo de alzhéimer es comprender que sigue siendo él/ella en estado vulnerable: no recuerdan pero sienten.

El faro de la Torre de Hércules sigue ahí como seña de identidad de una ciudad acogedora: La Coruña.

Él sigue siendo para mí esa luz que ilumina el recorrido que me reste de vida.

¡Algún día te alcanzaré! Amor, mi vida...Felix.


domingo, 3 de agosto de 2025

NOVATA 132

7/08/2025 NUEVE MESES SIN FELIX

El duelo es un grito del alma herida de muerte.

La muerte aniquila toda la energía corporal. Puede que esa energía se transforme, pero es un condicional complicado de entender mientras intentas aprender a vivir sin tu ser querido; te sientes sin fuerzas porque tu alma vaga perdida si rumbo.

Te das cuenta de que para cerrar las grietas del alma vas a necesitar confiar en tus fortalezas; la familia y las amistades te arropan, pero el trabajo es tuyo. Y sí, la vida nos enseña a reconocer virtudes y errores cuando alcanzas la edad adulta y, cuando muere un ser muy querido, sientes que ese camino de reconocimiento mutuo se podría haber realizado con la empatía que en ocasiones brilla por su ausencia.

Sea como fuere, pienso que estoy aprendiendo a relatar mi duelo, y ello me ayuda puesto que describir con palabras lo que uno siente es otra forma de entrada de los sentimientos que pueden recolocarse a favor de uno.

¡Mirarte, me da fuerzas!

Luchaste con empuje ante la enfermedad del olvido. Ése es tu legado para toda la familia.

¡Gracias! Amor Mío.