jueves, 18 de diciembre de 2025

NOVATA 147

¡FELIZ NAVIDAD 2025!

¡PRÓSPERO AÑO 2026!

Como cada año por estas fechas, comparto en el blog dos lecturas que en su día me impactaron y una película que vemos en familia. El "cambio de registro" en clave musical corresponde a un proyecto "Concierto para las emociones" guardado en un cajón a la espera de que algún Ayuntamiento o Entidad Corporativa se interese.

Las Trampas de Circe, abarca el análisis de los principales tipos de errores por incom­petencia argumentativa a partir de un enfoque nor­mativo actualizado. A lo largo del libro, los principales epígrafes se ilustran con textos extraídos del "Quijote" y de obras de Lewis Carroll. Los dos capítulos finales se centran uno sobre falacias bioéticas contemporáneas, y otro con una propuesta de "Código de Buenas Prácticas Argumentativas".

Armas para luchar, brazos para proteger, nos muestra los efectos devastadores de guerra. Los testimonios que recoge Panos Institute descubren los puntos de vista y las experiencias de mujeres de once zonas que han sufrido un conflicto. A través de entrevistas a sus protagonistas nos acercamos a los traumas, vicisitudes y procesos de supervivencia que han experimentado mujeres de diferentes lugares del planeta. Podemos descubrir que los une en estas situaciones límite.

Considero que estos dos libros siguen siendo una lectura imprescindible en los tiempos que corren.

La película ¡Qué bello es vivir! nos presenta a un padre de familia que dirige una empresa que concede créditos a gente humilde. Cierto día, un empleado de su compañía pierde 8.000 dólares, y esto deja a la empresa al borde de la quiebra. Atrapado sin saber qué hacer, piensa en suicidarse; pero entonces aparece un ángel que está haciendo méritos para conseguir sus alas, y que es enviado a la Tierra para darle sentido a su vida. Un cuento imperecedero sobre la amistad, el amor y las segundas oportunidades.

Los Conciertos para las emociones es un proyecto creado por Roberto Turlo (Oboe solista de la Orquesta de Valencia) y yo misma (Mª Ángeles Rodríguez) donde la música recobra su sentido social más significativo: el aprendizaje emocional de la persona 

Los momentos musicales previstos están expresamente seleccionados con objeto de: potenciar cambios positivos en el estado de ánimo gracias a las sensaciones auditivas; el acercamiento a distintos sentimientos ligados a una conducta resiliente que capacita a resolver con éxito situaciones adversas y, el gusto por valorar y comprender la riqueza emocional que suscita la música en sus diversas manifestaciones.

El programa se establece en cuatro sesiones de una hora; cada concierto a su ritmo: ritmo de ternura; ritmo de vínculo y esperanza; ritmo de humor e iniciativa; ritmo de optimismo y claridad.

Para hacerlo realidad, se necesitan recursos económicos para la contratación del cuarteto musical y un escenario para la representación. El programa de las obras musicales y los textos explicativos están a la espera de que se escuchen.

sábado, 13 de diciembre de 2025

NOVATA 146

¿Qué les preocupa hoy a los mayores?

¿Quiénes van a cuidar al enfermo de alzhéimer?

En las charlas informativas sobre el alzhéimer, en las publicaciones y estudios que se tienen en la Web se recogen diversas inquietudes que trasladan tanto los propios enfermos como los familiares. Y una de esas preocupaciones sociales se presenta al tener que vivir sin la red familiar.

En palabras del psicólogo, Javier Yanguas Lezaun: La sociedad está preocupada al presentir el vacío de vivir sin red. Esto significa que se externaliza la atención del familiar enfermo y ello puede acentuar diversos problemas de convivencia, entre otros, relacionados con la comunicación.

Vivir sin la red familiar es un daño añadido para el enfermo de alzhéimer; un reto social a resolver con urgencia.

La vejez es uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta nuestra sociedad. Cada vez vivimos más años y tenemos menos hijos. Este cambio demográfico, así como la transformación de nuestro estilo de vida y de las formas de convivencia, ha aumentado la brecha entre generaciones, el aislamiento y la soledad en un tiempo en el que la madurez se experimenta de modo muy distinto al que conocíamos. Ya no hay una sola vejez, sino que ésta pasa por diferentes etapas, lo que conlleva una nueva manera de entender el envejecimiento. Construir una colectividad basada en los cuidados será un objetivo decisivo y necesario a la hora de enfrentarnos a ello.

Estamos ante una sociedad abocada a depender de personas extrañas sin vínculos afectivos creados. En el caso del enfermo de alzhéimer, los temores se ven incrementados por las dificultades para expresarse correctamente; esto puede generar en la persona sentimientos de ira y frustración que le lleven al aislamiento. Desde esa perspectiva el cuidador/a habrá de tomar decisiones y aprender a dialogar sosegadamente; puesto que en muchas ocasiones se va a convertir en intérprete de la conversación. La formación adecuada para el cuidado de estos enfermos se hace imprescindible.

De alguna forma, hemos de mantener viva esa manera de vivir que se construye desde la voz, el pensamiento y el testimonio de varias generaciones... El telar de la desmemoria y la metáfora del bordado, este artículo refuerza mi experiencia como cuidadora.

Si uno conoce las habilidades del familiar tiene un "as" en la manga; tiene el poder de activar las neuronas desde aquellas actividades cuyo recuerdo le resulta placentero; y esto es tan beneficioso para el enfermo como para el cuidador familiar que ve disfrutar al ser querido.

Nos puede ayudar a madurar a qué nos enfrentamos, la lectura del libro Pasos hacia una nueva vejez, de Javier Yanguas.

¿Debemos sacrificar nuestro proyecto vital para cuidar de nuestros mayores? ¿Quién y cómo nos cuidará si no tenemos hijos o viven lejos de nosotros? ¿Tendremos que seguir trabajando llegada la vejez? ¿Necesitamos un proyecto personal y colectivo para afrontar esta etapa de la vida? A partir de preguntas como estas, nos plantea la magnitud del desafío que supone la nueva vejez: una etapa vital que condicionará nuestra vida y la organización de nuestra sociedad.

Mientras leo y escribo, siento que no estoy sola. Seguir aprendiendo día a día, es una medicina para el alma inquieta. Y el poder compartir las emociones y sentimientos es todo un lujo, pues, supone que mantengo una red de amistades incondicionales. ¡GRACIAS!

miércoles, 10 de diciembre de 2025

NOVATA 145

VIVIR LA TERCERA EDAD 

Hablemos de soledad.

Cuando los neuropsicólogos hablan de deterioro cognitivo, hacen hincapié en un asunto de gran relevancia para quienes estamos en esa etapa de la vida llamada ahora "tercera edad; es decir, entre los 65 y 80 años.

Me llama la atención que, junto a una buena alimentación y el ejercicio físico, insisten ellos en dar una recomendación 'sencilla' (dicen) con un impacto directo: mantener una vida social activa.

No sé lo que pensará la calle. A mi entender, en esa etapa de la vida, se puede mantener una actividad social reducida. Quiero decir que, los entornos en los que uno se mueve, guardan relación con la personalidad desarrollada, como también hay que tener en cuenta quiénes del entorno familiar y de amistades siguen vivos y activos. Para ser sinceros, un problema mayor se suma si la persona ha enviudado en ese tiempo denominado "tercera edad".

Sabemos que, la reserva cognitiva es esa capacidad del cerebro para adaptarse, paliar daños y mantener el rendimiento también cuando aparecen lesiones y, que las relaciones sociales fortalecen las conexiones neurales tan necesarias en la vejez.

Quiero hacer hincapié en un asunto crucial: podemos entender la soledad como una habilidad desarrollada en el tiempo que nos capacita para estar sin compañía y sentirnos estables.

Digo esto, porque el tema de actividad social hay que colocarlo en su sitio. Todo en su justa medida proporciona los efectos deseados. No hay que obsesionarse con correr, levantar pesas, hacer flexiones..., etc., cada persona a su ritmo encuentra la mejor forma de seguir activa.

En lo que se refiere a la interacción social, quizá lo relevante sea hablar de las relaciones que integren a niños, jóvenes, adultos y mayores. El edadismo aisla. Cuando uno juega o conversa con personas de diversas edades, tiene la oportunidad de acoplarse a los movimientos, los sonidos, las risas, los enfados... ganando así en conexiones neuronales diversas.

Manteniendo las rutinas personales vitales (aseo, alimentación, ejercicio, estudio_lectura_escritura, mantenimiento del hogar) alejarse de la monotonía es signo de salud mental.

Cada uno ha de buscar las relaciones sociales que le atraigan. No es momento de forzar. Puede que se necesite ayuda, y hay que pedirla. Es posible que uno se sienta capaz de ayudar a otros, y hay que intentarlo.