miércoles, 10 de diciembre de 2025

NOVATA 145

VIVIR LA TERCERA EDAD 

Hablemos de soledad.

Cuando los neuropsicólogos hablan de deterioro cognitivo, hacen hincapié en un asunto de gran relevancia para quienes estamos en esa etapa de la vida llamada ahora "tercera edad; es decir, entre los 65 y 80 años.

Me llama la atención que, junto a una buena alimentación y el ejercicio físico, insisten ellos en dar una recomendación 'sencilla' (dicen) con un impacto directo: mantener una vida social activa.

No sé lo que pensará la calle. A mi entender, en esa etapa de la vida, se puede mantener una actividad social reducida. Quiero decir que, los entornos en los que uno se mueve, guardan relación con la personalidad desarrollada, como también hay que tener en cuenta quiénes del entorno familiar y de amistades siguen vivos y activos. Para ser sinceros, un problema mayor se suma si la persona ha enviudado en ese tiempo denominado "tercera edad".

Sabemos que, la reserva cognitiva es esa capacidad del cerebro para adaptarse, paliar daños y mantener el rendimiento también cuando aparecen lesiones y, que las relaciones sociales fortalecen las conexiones neurales tan necesarias en la vejez.

Quiero hacer hincapié en un asunto crucial: podemos entender la soledad como una habilidad desarrollada en el tiempo que nos capacita para estar sin compañía y sentirnos estables.

Digo esto, porque el tema de actividad social hay que colocarlo en su sitio. Todo en su justa medida proporciona los efectos deseados. No hay que obsesionarse con correr, levantar pesas, hacer flexiones..., etc., cada persona a su ritmo encuentra la mejor forma de seguir activa.

En lo que se refiere a la interacción social, quizá lo relevante sea hablar de las relaciones que integren a niños, jóvenes, adultos y mayores. El edadismo aisla. Cuando uno juega o conversa con personas de diversas edades, tiene la oportunidad de acoplarse a los movimientos, los sonidos, las risas, los enfados... ganando así en conexiones neuronales diversas.

Manteniendo las rutinas personales vitales (aseo, alimentación, ejercicio, estudio_lectura_escritura, mantenimiento del hogar) alejarse de la monotonía es signo de salud mental.

Cada uno ha de buscar las relaciones sociales que le atraigan. No es momento de forzar. Puede que se necesite ayuda, y hay que pedirla. Es posible que uno se sienta capaz de ayudar a otros, y hay que intentarlo.



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