A vueltas con la inteligencia emocional y la tecnología
Viendo esta imagen puede darnos la sensación de que vivimos alejados los unos de los otros; aunque si uno lo piensa mejor, lo cierto es que nos hallamos lejos de nosotros mismos. Desconocemos los profundos sentimientos que nos mueven a actuar. Sin embargo, ante cualquier desacuerdo, echamos balones fuera.
Se podría concluir que desconectamos de nosotros para señalar a los demás de forma totalmente desnhinibida.Apenas utilizamos ya el 'pen'; ahora llevamos los documentos a la 'nube' y los compartimos sin problemas.
Los cambios consustanciales al crecimiento personal en una sociedad mediática, suponen un problema para la tan ansiada felicidad; la buscamos fuera de nosotros y somos en realidad portadores de esa energía vital añorada.Viene a cuento este documento: De la neurona a la felicidad
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