domingo, 7 de febrero de 2016

TECLADO EN MARCHA

Poco, por no decir nada, sucede sin antecedentes.

 

Las consecuencias del poco se vierten rápido sin que nada se pueda hacer para que la corriente remonte hacia el antecedente obviado.


Llevo meses sin dedicarle un instante de mi teclado a recoger y compartir las opiniones que, a mi entender, se obvian por motivos inconfesables. Me atrevo a dedir que esas causas quedan en evidencia ante el manido argumento "los tiempos no son los mismos".

Evidente. El tiempo cronológico pasado tuvo sus mimbres que dieron paso a sus correspondientes consecuencias que en la actualidad se obvian por aquello de que la sociedad vive en un contexto distinto.
El tiempo ni corre ni pasa, deja simplemente que el espacio se complete. Eso escribe mi teclado. Y me cuestiono, ¿qué espacio está completando la autoproclamada sociedad del conocimiento?
En ese intento de comprender el vacio y llenado del espacio por completar, recojo hoy unas palabras que Armando de Miguel dedica a Podemos en el año 2014 (antecedentes) "El lenguaje de los símbolos".
Ante este análisis, uno se retrata tomando posición. Elige.
Elijo: "los tiempos no son los mismos" "lleno un vacio con mimbres testados".
Elijo: "comprender las consecuencias del antecedente para inferir conocimiento de aquello obviado".
Sin duda, el tener que sopesar la información vertida en los medios, requiere del esfuerzo adicional de no tenerlos en cuenta. Paradoja.
También nos hallamos en ese momento de tener que abandonar ideologías al uso por sus manidos discursos.
Cada uno arrima el ascua a su sardina.
No existen recetas que nos saquen del atolladero de la decisión. El asunto radica en aceptar a las claras la opción tomada cuando devengan las consecuencias obviadas.

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